A menudo nos olvidamos de los malos de las películas. Para nosotros los importantes son los protagonistas, que salvan al mundo de cualquier contratiempo. Pero hay que recordar, que sin el antagonista no habría historia que contar, y por tanto, no habría película.
¿Qué sería de Batman sin el Joker, Enigma o Pingüino? ¿ O de Spiderman sin el Doctor Octopus o el Duende Verde? O si no queremos pensar solo en villanos horribles y que dan miedo, también podemos acudir a Disney: Cruela de Vil, la malvada madastra de Blancanieves o los cazadores de Bambi.
Incluso, en algunas películas, los malos son los que llevan el papel protagonista.
En cualquier caso, lo que quiero decir, es que a menudo los malos de la película son necesarios, porque si no no habría historia que escribir(siempre con algunas excepciones).
Por eso, si a veces nos sentimos los malos de la película sin que nosotros lo hayamos buscado, no debemos de comernos mucho la cabeza, porque para algunos somos los malos, pero para otros, somos los realmente importantes para escribir la historia.
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